A LOS POBRES

“(…) aceptadlo con resignación, con coraje, con valentía y con amor, que no es más rico el que más tiene, ya que después de un tiempo nada se podrán llevar, dejando todo cuanto tienen.”

“Porque si vosotros deseáis los bienes de otros y las riquezas de los ricos, seríais peor que aquel rico que teniendo tanta riqueza cuando llama un pobre a su puerta le niega una migaja de pan, y si le pide de beber, tirará el agua del vaso antes que dársela para saciar su sed. Y si por alguien sois marginados tened paciencia y buscad la forma de hacerles ver que aunque seáis pobres también sois hijos de Dios y por lo tanto sus hermanos. Mi consejo es que no robéis nada a nadie, tratando de tener un buen comportamiento allá donde os encontréis.”
“Vosotros habéis venido en la pobreza del cuerpo para ganaros la riqueza más preciada espiritualmente, para el progreso de vuestra elevación.”